DESCONFÍO CASI DE TODO: lo que siento lo que amo lo que actúo y lo que digo por añadidura para esa "galería imaginaria" que no poseo salvo algunos fieles amigos, el otoño y este no morirme todavía, que es una muerte pequeña que me ausculta tras el follaje del lenguaje. Sobre el follaje diré que prefiero la palabra fronda y sobre esta esas imágenes casi todas acústicas del aduanero. Imagino a la mujer que amo en un primer plano junto a esos helechos donde siempre sueña desprtar así como también la imagino en el almuerzo campestre desnuda mientras esperamos ser devorados por el tiempo. El tema de la pasión la fe o el asombro tampoco me interesa aunque adhiero a la imagen del poeta como "abeja de lo invisible": trabajador y zángano, trabajadora y zángana buscando la miel en eternas y tediosas discusiones: pajas y trigo molido y tostado por la fragua de aberraciones que la bendita realidad nos prodiga, pero también las dalias con que sueles adornar nuestra casa. Te lo agradezco de todo corazón, debería decirlo más seguido, a ti, a todos: gracias por estar aquí esta noche.
Ricardo Herrera
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